San Vicente | Esta semana, el Club Porteño de rugby finalizó con la obra de iluminación de su cancha número 2, lugar donde se lleva adelante el entrenamiento de sus divisiones. Las tareas habían comenzado el verano pasado y en los últimos días se completaron con la colocación de dos reflectores por cada columna. También se continúa con la puesta en valor de los vestuarios, con un subsidio recibido del Gobierno Nacional.
ActivaSport dialogó con Fernándo “Friky” López, presidente de la entidad sanvicentina, quien dio un detalle de esta obra, que permitirá desdoblar los entrenamientos y cumplir con el estricto protocolo que se lleva adelante para el regreso de la actividad.
En su predio de la calle Magallanes, “Teño” tiene tres canchas de juego y una auxiliar de entrenamiento. Esta última se encuentra iluminada desde hace unos años atrás. La Comisión Directiva del club decidió el año pasado, comenzar a iluminar su cancha 2, para optimizar los horarios de entrenamiento, ya que la plantilla del club, sobre todo en juveniles y menores, había tenido un sostenido crecimiento.
“El verano pasado, con la inestimable ayuda de nuestros jugadores, pudimos colocar las diez columnas necesarias y hacer el tendido eléctrico subterráneo para la obra”, destacó López. También se colocaron diez reflectores (uno por cada torre), pero en esta semana los trabajos concluyeron con la instalación de un artefacto lumínico más, por cada columna.
“Las torres fueron donadas por el Municipio, tanto en la gestión de Mauricio Gómez como la de Nicolás Mantegazza y nosotros nos ocupamos del resto”, sumó el dirigente máximo de Porteño. Con recursos propios del club, se realizó la compra de los reflectores, los materiales eléctricos y la fabricación y colocación de los anclajes para los equipos lumínicos.
EL CLUB PORTEÑO Y MÁS OBRAS
López también contó que el club se encuentra terminando las obras en sus vestuarios, que se llevan adelante con un subsidio perteneciente al programa del Gobierno Nacional “Clubes en obra”, que también benefició a otras tres instituciones sanvicentinas. “estamos siguiendo con la refacción total de nuestros vestuarios, con el reemplazo de las redes de agua, gas y electricidad, además de colocar pisos y azulejos”, remarcó el titular del club.
“Clubes en Obras” tiene una doble finalidad: por un lado la de ayudar a los clubes a través de un subsidio económico, y por el otro el de generar trabajo genuino. “Estamos contentos y orgullosos de haber recibido esta ayuda. Contentos porque vamos a poder solucionar el problema estructural que teníamos en nuestros vestuarios; y orgullosos porque somos una institución ordenada y con todos los ‘papeles’ al día”, destacó López.
LA PARTE DEPORTIVA
Si bien los entrenamientos de las categorías superiores comenzaron hace más de un mes, López no es muy optimista con respecto a la disputas de partidos en lo que queda de este año. “Si todo marcha bien y la situación epidemiológica mejora, en febrero estaremos comenzando con los entrenamientos con contacto, para comenzar a disputar el torneo a partir de abril” afirmó López con respecto al torneo oficial de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), entidad en la que milita Porteño.
Mientras tanto, los entrenamientos sin contacto de las categorías masculina y femenina se realizan con un estricto protocolo, que incluye la toma de temperatura corporal y desinfección de cada jugador y jugadora al ingresar al predio. Estos también debieron realizar una capacitación “on line” sobre Rugby y COVID-19, dictada por la URBA. “Los jugadores ingresan individualmente al club y el terreno está dividido en andariveles para mantener el distanciamiento”, subrayó López, quien agregó que “en un principio solamente se realizaron ejercicios aeróbicos y más adelante se agregó trabajo con pelota”.
Este fin de semana se agregarán a los entrenamientos las categorías juveniles, cuyos integrantes deberán presentar una autorización de sus padres para poder realizar los ejercicios físicos.
Viendo la parte buena de esta pandemia, el aislamiento sirvió en muchos clubes, para realizar trabajos que han marcado un crecimiento institucional, como en el caso de “Teño”, una entidad deportiva con 125 años de vida.
