Toay | Tenía que llegar y llegó. Y fue en el circuito de la provincia de La Pampa donde el Misil de San Vicente pudo hacer el podio tan esperado, obteniendo el segundo lugar en pista, aunque para muchos, Gastón Iansa fue el ganador moral de la carrera, si el reglamento se aplicara al pie de la letra.
Fue un fin de semana perfecto, porque los entrenamientos fueron de menos a más, con un puesto 4 en la primera tanda, y con el mejor registro en la segunda prueba, clavando 1:20:075, para encarar la clasificación de la mejor manera posible, y con un auto que se mostraba parejo.
Es que tanto el equipo Crucianelli, como todo el team de mecánicos, están trabajando mucho para encontrar los problemas que venía sufriendo el Focus, y que hicieron perder varios puntos en el campeonato. Pero esta vez, a pesar de la lluvia las cosas mejoraron respecto de las últimas participaciones, en cuanto a la parte mecánica.
A la hora de clasificar, todo fue viento en popa, con buenos tiempos, de menos a más, para afianzar las posiciones y darle la tranquilidad al piloto para buscar su mejor performance, metiendo el tercer tiempo con 1:20:660
En la serie, siempre con el piso complicado a causa de la pertinaz llovizna, Iansa salió en la pole position, pero en la vuelta 2, Ricardo Risatti y Mauricio Lambiris, le arrebataron la punta y lo mandaron al tercer lugar, en una linda pelea con el uruguayo, pero la CDA penó -con total justicia- a Risatti y a Lambiris, por no respetar el procedimiento de largada en movimiento, por lo que Iansa fue declarado ganador de la tercera serie, quedándose con el segundo lugar de la final.
SEGUNDO ESCALÓN
Terminó como partió, pero en el medio pasó de todo, porque la cortina de lluvia hacía que todos los que venía detrás de Alfonso Domenech no vieran absolutamente nada, y justamente Iansa buscando no caer en la trampa de la falta de visibilidad, se dedicó a hacer todo lo bien que se podía, pero con un pelotón detrás para sacarle el segundo lugar, que terminó pasando en la vuelta 5 a manos de Gassman y Pernía, retrasándolo al cuarto puesto.
Pero el primer golpe de escena llegaría en la vuelta 10, cuando Domenech se encontró al Mauro Schenone, que iba último, y lo sacó de la pista, cuando venía a menor velocidad, y al mismo tiempo la deserción de Lambiris por rotura de transmisión y Abdala que lo superaba a Iansa, dejándolo en la quinta colocación, y todo en la vuelta 10.
El segundo golpe de escena fue en la vuelta 14 bajo un verdadero diluvio cuando Gassman se fue de pista, y quedó quinto, se rompió Abdala y con Iansa tercero, en la vuelta 18 y cada vez con menos visibilidad de pista, pero manejando de manera brillante sin complicarse la vida, ni arriesgando de más. Para agregarle más dramatismo a la cosa, Gastón Iansa se apoderó del segundo lugar en los últimos metros, pasando a Leonel Pernía (que levantó), bajo una impenetrable cortina de agua.
Del lote de los ganadores, el de San Vicente fue el mejor de todos, porque nunca especuló con los kilos y fue lo más adelante que pudo, porque Domenech había sacado una importante ventaja en la punta, y porque el Misil no tenía un auto cien por ciento para ganar, pero llegó segundo, dio cátedra una vez más, y sumó lo que se le venía negando en las carreras anteriores.
