San Vicente | El 6 de diciembre de 2020 será uno de esos días que Maximiliano Luayza Koot nunca olvidará, porque es la fecha que marcó su llegada al fútbol grande de la Argentina, debutando oficialmente en la primera división del Club Defensa y Justicia de Florencio Varela, institucion a la que pertenece desde hace algunos años.
El amague del debut estuvo siempre latente, incluso en la Copa Libertadores de América y en la Sudamericana, habiendo sido incluido en las listas de los convocados. Maxi nació deportivamente en el Club Deportivo San Vicente y de ahí pegó el salto al Club Atlético Lanús, hasta que en 2017 recaló en “El Halcón” de Varela, donde firmó su primer contrato, y por tres años. Se hizo desear, pero el anhelado debut llegó el pasado domingo.
El “Rojo” de Avellaneda se había puesto en ventaja con un gol tempranero de Alan Soñora, a los 3 minutos del comienzo. En la segunda etapa, el entrenador Hernán Crespo sacó de la cancha a Nicolás Leguizamón y buscó la variante con el ingreso de Maxi Luayza, que lleva el número 32 en la espalda. Fue el momento en el que los sueños del joven sanvicentino se hicieron realidad, al igual que el de sus familiares y amigos, sobre todo del “Depo”, donde vivió toda su infancia futbolera de la mano de grandes entrenadores como Oscar “Cabeza” Ruiz, uno de sus máximos orientadores.
EL DEBUT DE MAXI LUAYZA
Su desempeño dentro de la cancha fue de menor a mayor, buscando la adaptación al juego profesional y, sobre todo, a la propuesta futbolística de Independiente, una camiseta tan cara a sus sentimientos y al de toda su familia.
A través de las redes sociales, llegaron saludos y buenos deseos para el pibe que le dio muchas alegrías a la institución azulgrana de San Vicente jugando al baby fútbol, primero, y luego hasta las divisiones juveniles, donde fue campeón en aquel recordado 2016 que marcó uno de los momentos más lindos de la historia futbolera del club.
Seguramente escucharemos hablar mucho de él, de acá en más, porque ayer se le abrió esa puerta que tanto esperó, para comenzar a desandar un camino que lo llevará por muchos desafíos nuevos por cumplir.
